28 May Sueños de exportación: ¡Apoyemos a Jorge Vera para conquistar su maestría!
En Sonidos de la Tierra, estamos orgullosos de ser testigos del desarrollo personal y profesional de cientos de jóvenes talentos que han sido parte de las Escuelas Comunitarias de Música. Jorge Vera es uno de ellos y hoy tiene la oportunidad de cursar una maestría por dos años en la Carnegie Mellon University, prestigiosa institución de los EEUU en el ámbito musical y necesita de nuestro apoyo para asumir el desafío.
Quién es Jorge Vera
Hijo de Maria Selva y Jorge, hermano de Emiliana, criado y educado en la ciudad de Pirayú, departamento de Paraguarí, Jorge (H) es uno de los tantos jóvenes que sueña e impulsa el cambio desde de su comunidad, ofreciéndole lo mejor de sí.
Cuando tenía 9 años empezó sus primeras clases en la Escuela de Música Sonidos de la Tierra toda una novedad para la ciudad.
“Al principio solo había coro y guitarra, después vino el violín, éramos como 40 chicos solo los que queríamos estudiar este instrumento y nos tocaba unos minutos cada sábado pero ya nos quedaba la emoción para toda la semana, hasta la siguiente clase que podríamos volver a tocar otra vez”, explicaba.
Posteriormente, ya pudo llevar prestado consigo su violín a casa y practicaba en la cocina que le daba mejor acústica y acompañaba así a su mamá mientras ella hacía sus labores.
“Mis padres siempre han sido mis primeros maestros”, admitía al mismo tiempo que nos compartía el valor inmensurable del apoyo que le brindaron sus padres para su educación. María Selva y Jorge papá solo alcanzaron a cursar la primaria durante su infancia por la falta de oportunidades y siempre le relataban lo difícil que era en aquellos periodos poder concluirla siendo del interior. Si la educación formal era escaza, la musical era prácticamente inexistente.
La ida y vuelta a Asunción
Jorge creció en la Escuela de Sonidos de la Tierra de Pirayú y estando en el colegio, allá por el 2do. año de la secundaria, tuvo la inquietud de mejorar mucho más sus habilidades técnicas con el violín. Buscaron ofertas locales pero no las encontraron, por lo que tuvieron que venir hasta Asunción, comenzando así sus estudios formales dos veces por semana en la Escuela Musical Miranda y haciendo 2 viajes de 3 horas para poder llevar y volver a su hogar y aun así tenía la energía y convicción para enseñar en Pirayú lenguaje musical a los niños, niñas y adolescentes, que como él alguna vez, llegaban hasta la escuela para descubrir la música.
“Existen esos días en los que uno quiere tirar la toalla y rendirse y son esos momentos en los que debemos recordar nuestro objetivo y tomar devuelta el violín. Demostrar la fuerza de voluntad para ir contra marea y seguir tras la meta, incluso en esos días en el que existan demasiadas adversidades”, así Jorge nos explicaba como superaba el frío, el calor y cada obstáculo que en distintas etapas debió asumir persiguiendo su sueño.
De Pirayú a Pennsylvania
Descubrir, conocer, tocar y enamorarse del violín fueron las oportunidades que Jorge encontró en su escuela de música siendo niño. Participando en los Seminarios y Encuentros Regionales, conocía más a compañeros y admirando a aquellos más virtuosos que él, decidió profesionalizarse y tras cursar el profesorado en la Escuela Musical Miranda, decidió estudiar la licenciatura en música en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción, una carrera que ya concluyó y que hoy es la llave hacia una oportunidad aún más grande.
La pandemia fue un periodo de adaptación, crisis, incertidumbre pero también de realización. Y es que, al mismo tiempo que se preparaba para finalizar su licenciatura estaba realizando las gestiones para becas en distintas instituciones de música del mundo. Así fue que su postulación en la Carnegie Mellon University, prosperó y tras extensas pruebas, audiciones y entrevistas, deberá llegar a mediados de agosto hasta Pittsburgh, Pensilvania, al campus universitario para comenzar el primero de los dos años que le llevará su maestría y para lo cual necesita el apoyo de todos para cubrir sus gastos de traslado, visa y seguro que no están contemplados en la misma.
Cómo apoyar
Las personas que deseen apoyar este sueño pueden: 1. Realizar una transferencia a la cuenta Itaú 720003275 a nombre de Jorge Daniel Vera Aquino, CI 5.057.925 o 2. Adquiriendo cupones de la Rifa Solidaria organizada por su familia a través de jorgeveraviolin@gmail.com o al (+595) 0992 972232.
Motivación
Jorge tuvo la oportunidad de enseñar en dos escuelas de la Red Sonidos de la Tierra, la primera de ellas en su natal Pirayú y en la Asociación Filarmónica Ovetense, junto con el profesor Miguel Miranda. Observar como sus alumnas hoy han ingresado a la universidad tras su título profesional, le llena de orgullo.
“Tengo un compromiso con la gente del interior, primero porque soy de ahí y dos porque conozco las ganas que hay y la falta y escases de oportunidades. No faltan ni compromiso ni dedicación, lo que falta es calidad de enseñanza”, nos compartió.
Y es que, a su parecer, el interior del país no termina de desarrollar ofertas culturales y de trabajo para los artistas, por lo que no existe motivación para los músicos de la capital o extranjeros para ir a enseñar. Al retornar quiere enfocarse justamente en aquellos jóvenes de estas localidades y con un pragmatismo admirable, admite que tal vez los resultados no sean visibles de aquí a 10 años, sino a 50. Y sin embargo, con la esperanza de que no está solo y en que la situación puede cambiar: “Si empezamos hoy los resultados llegaran pronto”.
Sonidos de la Tierra
“Sonidos de la Tierra puso la inspiración, el primer paso es el que te empuja hacia adelante. Ese primer contacto que la gente tiene en cada una de sus comunidades es una luz que se enciende, un camino que no sabías que tenías y que abre una puerta, una nueva oportunidad para elegir lo que quieras que hacer, incluso no solo la música”.
“Nunca compré un violín”, el primero fue prestado por Sonidos de la Tierra, luego el profesor Miranda le regaló otro instrumento, luego un profesor del interior y finalmente el violín que le acompañó en el último tramo de su licenciatura, con el cuál postuló y audicionó para las becas y el que le acompañará hasta los EEUU como compañero de maestría, lo obtuvo al quedar seleccionado en el 3er. puesto del Concurso Nacional de Violín de Sonidos de la Tierra. Además, en 2017 tuvo la oportunidad de viajar por Europa como miembro de Sonidos Paraqvaria, una experiencia que le ayudó a seguir más firme que nunca en el camino de la música.
Los sueños y desafíos
Los problemas o desafíos que tienen que enfrentar los músicos del interior del país, a su criterio tienen que ver con la técnica. Ya que se precisa más que de un docente, de un mentor.
“En el exterior un artista que sepa tocar todos los conciertos de violín no hace la diferencia, pero aquí en el país y especialmente en el interior hacen falta”.
La máxima motivación de Jorge, es romper la brecha y obstáculos que separan a los jóvenes de las oportunidades, solo por el lugar en el que han nacido. Y que las comunidades puedan dimensionar el impacto social, cultural y económico del desarrollo de la música, no solo como enseñanza, sino las posibilidades de la investigación e incluso la industria del entretenimiento musicalizando películas, cortos, etc.
Pero lo más importante y su mensaje para quienes estén llevando la vocación musical es: “Tener firme un objetivo y con determinación seguir adelante, más allá de los días malos, de las adversidades. El camino está trazado pero no es recto, pero si seguimos cada paso, sin duda llegaremos a la meta”.